Historias de adopción
Conoce las emocionantes historias de animales que encontraron un hogar lleno de amor. Cada testimonio refleja el impacto positivo de la adopción y cómo una nueva oportunidad puede cambiar vidas.
Siempre tuve una conexión especial con los animales. Desde niña rescataba animales, guiada solo por mi instinto y cariño. Al llegar a Pirque, me encontré con una realidad dura: cientos de animales abandonados y poca ayuda. Fue entonces cuando decidí formalizar lo que siempre había hecho por amor, y nació Patas Pirque.
Primero como un proyecto personal, y con el tiempo, como una fundación legalmente constituida, Patas Pirque se convirtió en mi forma de transformar la pena en acción. Hoy lidero esta causa con fuerza y corazón, y necesito de todos para continuar con esta causa.
Todo ayuda a seguir rescatando, sanando y encontrando hogares para quienes más lo necesitan. Todo suma.
Sofía Labbé
Fundadora
Inspira a otros
comparte tu historia de adopción
Historias con huellas
Desde que llegó Mateo, nuestra casa está llena de risas y travesuras. Es un compañero leal y juguetón que nos recuerda la alegría de las cosas simples. ¡No podemos imaginar la vida sin nuestro regalón!
Isabel Flores
Al principio, dudamos en adoptar un perro mayor, pero Violeta nos robó el corazón al instante. Su sabiduría y cariño han llenado nuestro hogar de una paz increíble. ¡Es la mejor decisión que hemos tomado!
Javier Núñez
Nunca pensé que un perro podía cambiar tanto mi vida. Rocky me hace compañía, me escucha sin decir nada, y siempre está ahí. Adoptarlo fue la mejor decisión. Ahora tengo un amigo que me espera todos los días con la cola moviéndose como loco.”
Mateo Perez
Nos daba miedo cómo iba a reaccionar Luna con Tomi, pero desde el primer día fue puro amor. Juegan, se cuidan y hasta duermen juntos. Adoptar fue como sumar una hermana peluda a la familia. No sé cómo vivíamos sin ella.
Leonardo Gomez
Teníamos miedo de cómo iba a reaccionar Toby con un gato en casa, pero fue todo lo contrario. Se hicieron amigos desde el primer día. Ver a nuestros hijos jugando con los dos nos derrite el corazón. Adoptar a Mía nos completó como familia.